23 julio 2007

Mi primer vuelo en avión

Muy buenas a todos. Me he estado haciendo un poco el remolón estos días y hasta ahora la pereza me había vencido a la hora de ponerme a escribir un post :P. Además, este fin de semana estuve por Granada haciendo la mudanza a mi nuevo piso y demás, por lo que he estado completamente desconectado de Internet desde el jueves pasado. Bueno, eso no es excusa, podía haber escrito antes... En cualquier caso, "más vale tarde que nunca" ;P.

Ya han pasado más de dos semanas desde mi viaje a París. Sólo estuvimos 5 días en la ciudad, pero hicimos de todo. Nos encontramos con un montón de gente extranjera (extranjera de Francia, es decir, españoles, americanos -del norte y del sur-, ingleses...) y la mayoría de ellos se quedaban en Francia durante un par de días, muchos de ellos porque estaban haciendo el Interrail por Europa. Visto así, 5 días en París no es poca cosa...

El 5 de julio llegamos al aeropuerto de Beauvais, a 80 km de París, a las 7:45. ¡Llegamos con 10 minutos de antelación! Era la primera vez que montaba en avión y jamás pensé que pudiéramos llegar antes de la hora prevista a nuestro destino. Al parecer, esta asombrosa puntualidad es habitual en RyanAir, la compañía con que volamos; no en vano, se trata de la compañía com mayor índice de puntualidad del mundo (un 90% de los vuelos según dicen). Además, el billete de avión nos salió bastante barato (lo compramos con 1 mes de antelación): 90 euros ida y vuelta a París en pleno mes de Julio. No está nada mal.

La única pega era que el vuelo salía de Madrid a las 6 de la mañana, con lo que tuvimos que estar 4 horas tirados en el aeropuerto esperando a que saliera el avión. De todos modos, lo más pesado era el viaje de ida a Madrid. Salimos de Málaga el 4 de julio a las 18:15 y seis horas y pico después, a las 00:30 llegamos a la estación de autobuses de Madrid... Después tuvimos que coger el metro que nos llevaba al aeropuerto antes de que lo cerraran a las 2:00. En principio teníamos tiempo, pero no contábamos con que había que atravesar todo Madrid para llegar. Al final llegamos a Barajas a la 1:30. El metro nos dejó en la Terminal 3 y tuvimos que recorrer andando las 3 terminales hasta llegar a la T1... ¡menos mal que había cintas transportadoras!

Hasta las 4 no empezaban a facturar por lo que teníamos que esperar 2 horas en mitad del aeropuerto sin hacer nada. Lo bueno es que éramos los segundos de la cola y a las 4, en cuanto abrieron los mostradores, fuimos de los primeros en facturar nuestro gran equipaje compuesto de 1 sola mochila llena de comida enlatada y/o deshidratada, así como de nuestras bolsas de aseo. Ciertamente, ha sido el viaje con menos equipaje que he hecho en mi vida. Cada uno llevaba su propia mochila con algo de ropa y poco más; más luego, a parte, la mochila común que facturamos.

Tras facturar, estuvimos 1 hora y media más esperando dentro del Duty Free del aeropuerto hasta que pudimos entrar al avión entre los primeros pasajeros para así coger un buen sitio en el mismo. Es lo que tienen los vuelos baratos: no puedes elegir sitio. De todos modos, sigue mereciendo la pena.

Nos sentamos al fondo del avión. Todo parecía de juguete. Los asientos eran más cómodos que los de un autobús, aunque imagino que no tanto como los de un vuelo comercial normal... En cualquier caso, eso era lo que menos me preocupaba. Nada más entrar en el avión estaba con los nervios a flor de piel. Era mi primer vuelo y no paraba de imaginarme lo peor: seguro que pasa algo, nos estrellamos y morimos todos. Mis amigos me dijeron que tu primer despegue era decisivo: si te gustaba, perfecto; si no te gustaba, jamás te volverá a gustar despegar en un avión. "Yo ya casi ni me doy cuenta", me decía uno de ellos. Y allí estaba yo, nervioso perdido, sentado en mi sitio junto a la ventana.

En poco tiempo todo el avión se llenó de pasajeros y cerraron las puertas. Las azafatas (y azafatos) se pusieron a lo largo del avión para explicar las medidas de seguridad en caso de despresurización o de aterrizaje de emergencia. Esto no hizo más que aumentar mi nerviosismo y los carteles con las instrucciones para situaciones de
emergencia que había en frente de cada asiento no ayudaban a paliar esa sensación.

Poco después, el avión comenzó a moverse. Los móviles, apagados. La luz del cinturón
de seguridad estaba encendida y los azafatos revisaron que todo el mundo lo llevaba bien abrochado. Mis nervios se mantenían constantes y no dejaba de hacer mis oraciones mientras el avión realizaba un paseo por las pistas del aeropuerto. "¿Pero cuando vamos a despegar?", me preguntaba. Cada vez que el avión recorría la pista en línea recta me decía a mí mismo: "Ahora es el momento: estamos a punto de despegar." ¡Qué equivocado estaba! Cuando ya me había acostumbrado a ese paseíto por las pistas, el avión dió un giro de 180º. Comenzó a marchar hacia delante y, de repente, dió un acelerón que me pegó al asiente. ¡Ahora sí! ¡Ya íbamos a despegar! En ese momento comprendí que eso no tenía que ver con el paseíto que dimos antes. Notaba perfectamente la potencia del motor y de cómo nos empujaba a todos nosotros hacia delante. El ruido que se escuchaba era bastante mayor y cada vez acelerábamos más y más. En ese punto, todos los nervios que había acumulado hasta el momento se fueron de golpe. Estaba eufórico por sentir aquel despliegue de potencia y energía. Estaba atento al 100% de todo lo que pasaba y todavía no habíamos despegado. Entonces, noté cómo las ruedas delanteras comenzaban a elevarse. ¡Ya casi estábamos en el aire! 3 segundos después, las ruedas traseras se despegaron del suelo. ¡Estábamos volando! La sensación era increíble. No podía estar más excitado. Sentía cómo la fuerza del avión que nos elevaba por los aires al tiempo que por mi ventana veía las luces de la ciudad allí abajo, haciéndose cada vez más pequeñas y distantes.

Estaba todo oscuro, ¡eran las 6 de la mañana! Pero al fondo, el cielo se estaba iluminando; estaba amaneciendo sobre Madrid. La escena era preciosa: miles de luces de la ciudad por debajo mía, el amanecer justo en frente y el avión elevándose con todo su poder sobre la ciudad. "Todavía no hemos atravesado la troposfera", me decía. Hasta que no la atravesáramos el avión no se estabilizaría y las posibilidades de estrellarse todavía seguían siendo altas. "Seguro que volamos un poco y nos estrellamos justo después de despegar. ¡No sería la primera vez que pasara!", no podía evitar pensar en lo peor. Así todo, ni siquiera esa leve sensación de temor me quitaban la emoción: ¡me lo estaba pasando genial!



No había dormido en toda la noche y tenía bastante sueño, sin embargo, la emoción del momento me impedían dormir. Mis amigos se quedaron durmiendo poco después de despegar, pero yo era incapaz de hacerlo mientras me deleitaba con el paisaje que se veía desde el avión. Todo se veía como en el Google Earth, pero diractamente a través de mis propios ojos. Hacía una buena mañana en Madrid y el cielo estaba despejado, con lo que el panorama era estupendo. Finalmente alcanzamos la altura de vuelo, ¡11 kilómetros de altitud! Y yo no podía estar más feliz. Estaba volando por primera vez en mi vida en avión y la experiencia fue inolvidable. La sensación de estar en una cámara presurizada rodeada de aire a baja presión era batante emocionante. A tan solo unos centímetros de mi mano apoyada en el cristal de la ventana estaba el cuasi-vacío de la estratosfera. Y mientras los casi 200 pasajeros tan tranquilos durmiendo y descansando en el avión con rumbo a París.




En cierto momento, llegamos hasta el mar. Vi cómo dejabamos la tierra atrás y empezábamos a sobrevolar por el Oceáno Atlántico. Era más aburrido que sobrevolar la tierra firme, porque siempre se veía lo mismo, pero la idea de estar volando por encima del mar, me resultaba muy emocionante. Durante su travesía por el mar, la trayectoria recta del avión se vió alterada por un leve giro que no redireccionó hacia nuestro destino final: el aeropuerto de Beauvais. De nuevo, regresamos al continente, pero esta vez una densa capa de nubes lo cubría todo. Francia estaba nublada. Esto también era bastante aburrido, pero la idea de estar por encima de las nubes pasando olímpicamente del mal tiempo, me gustaba mucho. Al poco tiempo, el comandante de la aeronave se dirigió a los pasajeros. Nos comentó que había llegado el momento de descender para aterrizar en nuestro destino y que la hora estimada de llegada iba a ser antes de lo previsto. Nos informó del estado del tiempo en Beauvais (nublado y a punto de llover) y nos reconfortó comentándonos que en París el tiempo no era tan malo como allí (muy majo el tío). Poco después el morro del avión se inclinó hacia abajo: comenzábamos el descenso.



Durante el vuelo había estado muy tranquilito, pero ahora faltaba el aterrizaje, que era el otro momento crítico junto con el despegue. De nuevo las ideas de fatalidad inundaban mi mente. "Seguro que al aterrizar algo falla y también nos estrellamos. Sólo espera a que empecemos a atravesar las nubes". En realidad, cuando empezamos a atravesar la densa capa de nubes que lo cubría todo me asusté un poco, puesto que el avión hizo algunas turbulencias que provocaron altibajos en la trayectoria del mismo. No estaba acostumbrado a estas cosas y no sabía si esto era normal, pero al ver la tranquilidad de todos los pasajeros, el susto se me pasó y empecé a disfrutar realemente del descenso. Me encantaba la idea de atravesar la capa de nubes. Me fijaba en como el ala del avión las iba rozando poco a poco mientras nos acercábamos más y más. De vez en cuando el avión daba algunos giros para corregir la trayectoria. Estos giros me gustaban mucho. Eran tan suaves... Nada que ver con los coches o los autobuses. Cuando circulas en carretera, los movimientos son siempre muy pronunciados y te mueves mucho, sin embargo, en el avión los movimientos son muy suaves... Es muy agradable.

De repente, las nubes que envolvían todo el avión comenzaron a deshacerse. Las dejamos por arriba nuestra y por fin pude divisar desde el avión el suelo de Francia. Esta era la primera vez que volaba tan bajo de día. En el despegue todavía era de noche, por lo que lo único que veía eran las luces de la calle. Ahora podía observa con claridad todos los detalles del territorio. Sobrevolábamos por unos campos de cultivo intercalados por carreteras en las que se podían apreciar los vehículos en movimiento. Era como en el videojuego Sim City, pero de verdad. No lucía el sol, pues estaba nublado y todo se veía gris. No llovía, pero todo estaba húmedo pues seguramente habría llovido hace poco. Desde la perspectiva de mi pequeña ventana no podía adivinar dónde se encontraba el aeropuerto. Me estaba preocupando, ya que llevábamos 10 minutos sobrevolando aquella zona y todavía no se veía la pista de aterrizaje. "¿Se habrá perdido el piloto con tantas nubes y ahora se ha dado cuenta de que el aeropuerto está demasiado lejos?", pensaba. Unos minutos después, el avión comenzó a acercarse de nuevo a tierra. Ya estábamos llegando. Por fin pude ver la pista del aeropuerto, el avión estaba a punto de aterrizar. "Este es el momento más delicado. Espero que todo salga bien.", me decía a mí mismo. Y allí estábamos sobre la pista, muy muy cerquita del suelo. "Estamos a punto de tocar tierra, pero ¡vamos muy rápido!". Con una fuerza increíble, las ruedas tocaron la pista y el avión hizo un aterrizaje perfecto a una velocidad que desde mi inexperiencia me pareció bastante alta. Lógicamente, esa velocidad era la habitual en todo aterrizaje comercial, sin embargo me sorprendió la fuerza con que ésta se producía. Acto seguido, el avión comenzó frenar bruscamente. No tan brusco como frena un coche, todo era mucho más suave. Sin embargo, sí que era lo suficientemente brusco como para darte cuenta de que no sólo era debido al rozamiento con el suelo, sino que había más fuerzas implicadas. Como la de las alas del avión, que habían levantado sus alerones al máximo para oponer la mayor resistencia al viento.

Y al fin llegamos a Beauvais. Justo cuando llegamos, sonó el sonido de una trompeta triunfal por los altavoces del avión, y como habíamos llegado con 10 minutos de antelación, se enorgulleceron de anunciar que RyanAir era la compañía más puntual del mercado y que estos 10 minutos de antelación no eran pura casualidad. Esto me hizo mucha gracias.

Beauvais es un aeropuerto muy pequeño. Se dice que es el 3º de París después del de Charles de Gaule y del de Orly (que son bastante más grandes y están mucho más cerca de la ciudad), aunque en realidad, Beauvais es el más antiguo de los tres. En cualquier caso, después de haber estada en Barajas con sus instalaciones y terminales inmensas, Beauvais nos parecía una broma. Para empezar, para salir del avión pusieron unas escaleritas desde las puertas del mismo para que bajáramos a la propia pista y fueramos caminando por ella hasta la terminal. Todo lo contrario que en Madrid, donde se accedía al avión a través de una pasarela. Nosotros, que íbamos con ropa de verano (nunca llegamos a imaginar que haría tanto frío por allí), nos quedamos helados durante el breve trayecto al descubierto.

Y llegamos a la terminal. En una sala relativamente pequeña, todos los psajeros del avión estuvimos esperando ante la única cinta transportadora a que apareciera nuestro equipaje por allí. No tardó mucho en aparecer. De momento, la mayoría de la gente que había por allí hablaba en español, pero ¡estábamos en Francia! Todos los carteles en francés, los operarios del aeropuerto hablando en otro idioma... Sin darme cuenta, había entrado en un país distinto. Y no poco a poco, como suele pasar en las regiones fronterizas en las que ambos lados se influyen el uno al otro, sino de golpe, como quien no quiere la cosa. Me encontrabá allí, en mitad de Francia. Fue una sensación bastante curiosa.

Tras coger el equipaje, salimos de aquella sala y nos dirigimos hacia otro autobús más. Habíamos llegado a Francia, pero todavía quedaban un par de horitas antes de llegar a París. Por suerte, no tuvimos que esperar colas para coger nuestro billete de autobús, ya que lo sacamos por Internet dos días antes. Así que, pudimos pasar directamente. Y allí estábamos. En mitad de un aeropuerto minúsculo esperando a que el autobús nos llevara hacia nuestro destino final, PARÍS.


13 julio 2007

Ya conocemos las Nuevas 7 Maravillas del Mundo

Hace 6 días se anunciaron en Lisboa los resultados de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo. Hace 9 días yo hice mi pequeña "porra" con las 7 maravillas que bajo mi punto de vista debían ganar. Al final, el resultado se ha aproximado bastante a lo que yo había previsto. (No he publicado nada al respecto anteriormente porque como ya dije, he estado de viaje en París ;P).

Las pirámides de Egipto han sido declaradas como "Maravillas de Honor", por lo que no entran dentro de las 7 maravillas finales. De este modo, las otras 6 candidatas que yo proponía han salido finalmente elegidas a excepción de Angkor... No tenía muchas esperanzas en ésta última, pero aún así me ha dado mucha lástima :( Esto significa que la Muralla China, Machu Pichu, el Taj Mahal, el Coliseo y Chichen Itzá pertenecen a las Nuevas 7 Maravillas. Las otras dos maravillas que faltan son Petra, que la había propuesto entre las "suplentes" (en el caso de que las Pirámides de Egipto no contaran entre las 7 maravillas) y el Cristo Redentor de Brasil...

Bueno, yo lo siento mucho por los brasileños, pero con todo el respeto del mundo debo decir que el Cristo Redentor no se merecía estar entre las 7 Maravillas del Mundo Moderno. Es una obra muy hermosa y espectacular, pero pienso que hay otras que se lo merecían más que ésta (cualquiera de las otras propuestas que hice en mi post anterior: la Torre Eiffel, Angkor, la Isla de Pascua, la Alhambra o la Acrópolis). De hecho, muy poca gente se esperaba esto y creo que no meto mucho la pata cuando digo que a casi nadie le ha hecho gracia este resultado. Muchos me han dicho por ahí que ha sido un timo. Incluso algunos brasileños comentan que no les ha parecido justo (véase este post en el blog de Gabriela junto con sus comentarios). Al parecer, esta situación ha sido fruto de una campaña masiva de votación que se hizo en Brasil para apoyar al Cristo Redentor y, como vemos, ha tenido mucho éxito.

Sinceramente, ha sido una verdadera lástima. Al final ha pasado lo que ya preveía que iba a ocurrir con todo esto. El sistema no era del todo correcto. Lo que no puede ser, es que mientras esté pagando, una misma persona pueda realizar todos los votos que le dé la gana. Es sólo una forma más de ganar mucho dinero, sin embargo, afecta muy negativamente al resultado final, ya que no se obtiene algo acorde con la realidad... Y como vemos en la web oficial, este negocio no ha parado. Ahora han creado la idea de las "7 Maravillas de la Naturaleza". Más dinero para la saca. Bueno, no deja de ser un buen negocio, pero no me parece nada serio. Bernard Weber, el fundador de la NewOpenWorld Foundation (la que está detrás de las "New 7 Wonders") era un productor de cine, por lo que su visión comercial estaba clara desde un principio. La idea era buena, pero el dinero lo envuelve todo y al final lo ha estropeado todo... Y me atrevería a decir que el único problema no ha sido el dinero, sino también la soberbia, ya que Weber ha querido emular a Antípatro de Sidón pretendiendo realizar en el siglo XXI lo que hizo Antípatro en el siglo II a.C. sin darse cuenta mientras escribía un poema.

En fin, no me enrrollo más con lo mismo. Simplemente decir que en un principio la campaña de "The New 7 Wonders" me entusiasmaba. De hecho, fui de los primeros en participar en ella hace ya más de 5 años cuando había más de 100 candidatas a Maravilla del Mundo y gracias a esa primera votación se eligieron 77 propuestas que posteriormente fueron estudiadas por la UNESCO para proponer las 21 finalistas entre las cuales se realizó esta última votación. Ahora, por fin ha llegado a su fin todo ese proceso y estoy contento por ello; sin embargo, en algunos aspectos, me ha dejado mucho que desear... Supongo que nadie es perfecto.


Antes de acabar, quisiera dejar un pequeño comentario sobre lo que pienso que deberían ser las Nuevas Maravillas del Mundo:

Hace más de 2000 años, Antípatro de Sidón enumeró las 7 maravillas del mundo en un poema de acuerdo a lo que en la antigua Grecia era conocido; sin embargo, pasó por alto muchas obras desconocidas por los griegos. Hoy en día, el mundo conocido es bastante más amplio. El mundo moderno es mucho más rico y variado que el mundo antiguo. El mundo moderno no se merece tan solo 7 maravillas. Se merece muchas más. Yo me quedaría con las 21 finalistas de la campaña como las Nuevas 21 Maravillas del Mundo. Veintiuna, tres veces siete. Me resulta un número adecuado para reflejar la realidad del mundo en que vivimos. Esas 21 candidatas me parecen todas ellas magníficas. Unas más que otras, ciertamente. Si bien, todas ellas están cargadas de un simbolismo único y aunque solo sea por eso, las 21 Maravillas del Mundo Moderno se merecen todas ellas contemplarlas y admirarlas por igual. Dejemos de clasificar el mundo y disfrutemos de toda su riqueza.

Nuevos Headers: Navegando

He decidido que para qué esperar hasta que vuelva a cambiar los headers para que publique en un comentario los 11 nuevos que ya he puesto en el blog. Los pongo aquí directamente y ya podéis verlos todos sin necesidad de tener que recargar la página una y otra vez (como ya hizo alguno en alguna ocasión ;D).


Navegando













Recuperados los headers de verano

¡¡Ya he vuelto de París!! El viaje ha estado genial, ya os contaré cómo fue todo...

Ahora tengo buenas noticias que dar. Al final conseguí recuperar toda la información que tenía guardada en el disco duro del portátil que se me estropeó (el portátil todavía lo están reparando). Así que, entre otras cosas que ya había dado por perdidas, he recuperado los headers de verano que tenía preparados desde hace tiempo. Como veréis, son 11 nuevos headers todos ellos relacionados con el mar y los barcos. He titulado la serie "Navegando".

Ya casi ha pasado un mes desde que comenzó, pero ¡más vale tarde que nunca! (esa es una de mis citas favoritas ;P).

A continuación os dejo aquí los headers que tenía puestos hasta ahora:


Primavera











04 julio 2007

Las Nuevas 7 Maravillas del Mundo

Es 4 de julio, el día de la Independencia de los EE.UU., pero no voy a hablar de eso. Faltan 3 días para el anuncio oficial-mundial de las Nuevas 7 Maravillas del mundo moderno. Como ya sabéis por mi post anterior, esta misma tarde me voy de viaje a París ^^. Pasaré 5 días enteros allí hasta que regrese el 10 de julio por la mañana. Esto significa que viviré en la Ciudad de la Luz el próximo día 7 de julio con lo que si la Torre Eiffel es declarada una de las Nuevas 7 Maravillas, lo viviré allí mismo en persona (no escogí la fecha de viaje con esa intención). No es que apoye a la Torre Eiffel y me olvide de la Alhmabra. Como buen en español y habitante de la ciudad de Granada, me haría más ilusión que ganara la Alhambra, pero sinceramente, lo veo poco plausible. Veo bastante más probable que la Torre Eiffel sea una de las nuevas maravillas y la Alhmabra se quede con las ganas. De todos modos, estos últimos días se está disparando el número de votos en todo el mundo y las posiciones están variando constantemente (o por lo menos eso es lo que pone en la web oficial); con lo que finalmente no se sabrá muy bien qué pasará...

La verdad es que todo esto me parece un cachondeo y bastante poco serio, ya que una misma persona puede efectuar muchos votos mientras pague por ello. No me parece justo. Al final, resultará que las 7 maravillas del mundo moderno estarán en función del país que más dinero se haya gastado en los votos y no en funciópn del valor real que tienen estas magníficas obras patrimonio de la humanidad.

A continuación me aventuro a poner las maravillas que a mi parecer deberían ganar este "concurso" (o la primera votación a nivel mundial, como se jactan desde N7W):

1. ¿Pirámides de Egipto?

Yo ya no sé qué pasará con estas maravillas. Con eso de que fueron maravillas del mundo antiguo, ahora los organizadores de N7W han decidido que no sean susceptibles de ser votadas y las han calificado de "Maravilla de Honor". ¿Eso significa que habrán 7 maravillas + las Pirámides de Egipto? ¿O es que una de las 7 maravillas serán obligatoriamente las Pirámides de Egipto? En cualquier caso, me parece claro que las Pirámides son unas maravillas en toda regla.

2. La Gran Muralla China

Me parece obvio que esta maravilla no debería faltar entre las Maravillas del Mundo Moderno.

3. Machu Pichu

Desde que supe de la existencia de esta ciuda, siempre me ha fascinada enormemente. Creo que no debería faltar entre las 7 maravillas.

4. Taj Mahal

Este palacio árabe es cautivador y espectacular. Este es otro de las candidatos que bajo mi punto de vista debería ser declarada Maravilla del Mundo Moderno.

5. Torre Eiffel/Coliseo

La verdad es que cualquiera de las dos me parecerían unos buenos candidatos a las nuevas 7 maravillas. Preferiría que sólo uno de los 2 ganara para representar a Europa de alguna forma, pero la verdad es que los dos sean ganadores, me parecería un tanto exagerado.

6. Chichen Itza

La gran pirámide maya por excelencia. Creo que esta cultura fue increíble y que de algún modo debería ser recompensada :P. La verdad es que me gustaría que Chichen Itza fuera maravilla antes que la Isla de Pascua. Sin embargo, en los últimos rankings que vi antes de que los ocultaran ésta última iba ganando sobre Chichen Itza. Bueno, tampoco me molestaría demasiado, pero que como mucho salga sólo una de las dos: o la Isla de Pascua o Chichen Itza.

7. Angkor

Angkor es una ciudad del sudeste asiático que está constituída únicamente por templos religiosos. En realidad, es el conjunto sagrado más grande del mundo. Es uno de los grandes desconocidos entre los candidatos, sin embargo, a mí me parece espectacular. No creo que al final gane, pero me gustaría mucho que lo hiciera.

Otras posibilidades

Si alguna de las maravillas que acabo de mencionar no resultara ganadora, tengo otras 3 candidatas de reserva que me gustaría que fueran elegidas:

En primer lugar, la Alhambra de Granada. No lo incluyo en la lista mis 7 maravillas del mundo, pues comparada con las que he puesto arriba no me parece tan importante. Será porque vivo junto a ella y no me parece gran cosa, pero eso sí, la Alhmabra es una maravilla mucho más importante y valiosa que la Estatua de la Libertad o que la Ópera de Sidney. Lo que más me gusta de la Alhmabra esque representa el símbolo de fusión entre las culturas occidentales-cristianas y las árabes-musulmanas. En mi opinión, ese es el mayor valor de mi querida y humilde Alhambra.

En segundo lugar, propondría la Acrópolis de Atenas por tratarse del símblo de la cultura occidental europea. El lugar donde nació la cultura clásica que tanto ha influenciado a Europa entera.

Y por último me gustaría destacar la ciudad de Petra. La verdad es que no conozco mucho de ella, pero sí que me fascina el hecho de que exista toda una ciudad construida en el interior de una montaña (como los enanos en el Señor de los Anillos xD).


Las Nuevas 7 Maravillas del Mundo deberían ser un símbolo de reconocimiento de toda la humanidad y no un motivo de competencia entre países para ver quien gana un "concurso" extraño. El hecho de que el núero de votos por persona no esté limitado no me parece algo correcto. Pero es cierto de que si así no fuera, la organización se quedaría a dos velas... Como siempre, la dictadura del dinero se impone siempre.

Pues nada, con esto ya me despido de todos vosotros hasta mi vuelta el 10 de julio. Esta misma tarde a las 18:15 sale el autobús de Málaga que me lleva a Madrid para coger el avión de París. Qué nervios tengo ya xDD. ¡Un saludo para todos y nos leemos a mi regreso!

01 julio 2007

"Refrescar"

¡Muy buenas a todo el mundo! Estamos en julio y mis (breves) vacaciones de verano han comenzado ya :). Media blogosfera está parada con sus respectivos bloggers descansando de la actividad. Yo por el contrario, tenía pensado aprovechar para publicar unos cuantos blogs, aunque debo decir que han ocurrido dos cosas que van a trastocar un poco estos planes: en primer lugar, el día 4 de julio me voy de viaje a París (¡¡Sííííí, qué chulo va a estar!! A ver si os cuento algo cuando regrese). En segundo lugar, mi ordenador ha muerto esta misma tarde (estoy escribiendo desde el portátil de mi compañero de piso). Por alguna razón desconocida y muy inquietante, éste ha dejado de funcionar y ya no quiere volver a encenderse. Supongo que el pobre querría tomarse unas vacaciones al igual que yo... Bueno, se lo merece después de todo, ¡pero podría haberme avisado el condenado! Es que ahora puede que pierda un montón de información valiosísima... Veremos a ver qué puede hacer por mi PC el servicio técnico de HP.

El 10 de julio regreso a España, pero seguramente no me conectaré hasta el día 12. Esperemos que para entonces mi querido ordenador se haya recuperado y os pueda contar un montón de cosas que tengo en mente (aunque no prometo nada :P).


Para bajar las altas temperaturas del verano, he decidido publicar este vídeo llamado "Refrescar". En realidad no tiene nada que ver con darse un baño en la piscina ni comprarse un helado, pero aun así me hizo bastante gracia. Copio lo que dice en el comentario de YouTube:

"Esta canción está dedicada a los usuarios de foros de internet que tienen gastado completamente el F5 del teclado o el botón de refrescar del navegador... xDD"

Merece la pena verlo hasta el final xDD



Bueno, con esto ya me despido hasta mi regreso de París.
¡Nos leemos!

PD: ¡Oh, no! Como mi PC ha muerto, me acabo de dar cuenta que no voy a poder subir los nuevos headers de verano que me preparé hace unas semanas. ¡Qué desastre! ¿Podré recuperarlos cuando me arreglen el ordenador?